El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, expresó el martes a los medios de comunicación su deseo de cambiar el nombre del Golfo de México a «Golfo de América», considerando que sería un nombre apropiado.
Además, manifestó su descontento por lo que percibe como un aprovechamiento de México hacia Estados Unidos en cuestiones comerciales y migratorias.
“Vamos a renombrar el Golfo de México como Golfo de América”, afirmó Trump. “Es un nombre hermoso y tiene mucho sentido. Y México debe dejar de permitir que millones de personas ingresen a nuestro país”.
El presidente electo también se refirió a su preocupación por el déficit comercial de Estados Unidos con México y Canadá, mencionando que tenía la intención de imponer aranceles más altos a ambos países.
En los últimos meses, Trump ha discutido con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sobre sus amenazas arancelarias. Además, criticó a México por considerarlo un «lugar muy peligroso», diciendo que estaba «básicamente controlado por los cárteles». En relación con Canadá, sugirió la idea de una anexión a Estados Unidos tras la renuncia anunciada de Trudeau.
El Golfo de México, con una extensión superior a los 1.6 millones de kilómetros cuadrados, fue incluido en los mapas europeos desde el siglo XVI.
En cuanto a sus planes para el Canal de Panamá, Trump se negó a comprometerse a no utilizar la fuerza militar para tomar control de él, tras haber manifestado su intención de hacerse cargo de la gestión de este importante paso marítimo.
“El Canal de Panamá es crucial para nuestro país y está siendo operado por China”, señaló Trump. “Lo dimos a Panamá, no a China”.
Cuando se le preguntó sobre el uso de la coerción militar o económica, Trump respondió negativamente, y señaló que la seguridad económica de Estados Unidos estaba en juego. También mencionó la importancia histórica del canal para los intereses militares de su país.
A pesar de los rumores sobre planes de expansión territorial, Trump aseguró que no estaba en una etapa en la que pudiera ofrecer detalles sobre la adquisición de nuevos territorios, como Panamá o Groenlandia.
No obstante, mencionó que consideraría el uso de “fuerza económica” en lugar de militar, sin comprometerse a proteger a Canadá. Criticó además al expresidente Jimmy Carter por la venta del Canal de Panamá a Panamá en 1977, después de que Estados Unidos lo controlara durante varias décadas.