
Miles de personas se reunieron este domingo en las calles de Siria para celebrar lo que llamaron la «huida» del presidente Bashar al Asad de la capital del país, ahora controlada por los rebeldes.
En Damasco, decenas de personas se concentraron en la plaza de los Omeyas para celebrar el fin de más de medio siglo de dominio del clan Asad en un país devastado por una guerra civil. En otro punto de la capital, entre cánticos de «Allahu Akbar» (Dios es el más grande), una multitud derribó una estatua de Hafez al Asad, padre de Bashar, y la pisoteó.
Los insurgentes que pertenecen al grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham (HTS) declararon que el dictador Bashar al-Assad “ha huido” del país y llamaron a los ciudadanos en el extranjero a regresar a una “Siria Libre”.
«¡Siria es nuestra, no de la familia Asad!», gritaban hombres armados, miembros de grupos rebeldes, mientras patrullaban las calles disparando al aire.
Según testigos, soldados del régimen abandonaron sus uniformes apresuradamente al huir de la sede del Estado Mayor. Los edificios de la televisión y la radio estatales también quedaron desiertos.
En el casco antiguo de Damasco, donde residen numerosas familias cristianas, jóvenes coreaban mensajes de unidad nacional. En otros barrios, mujeres lanzaban arroz y expresaban su alegría desde los balcones.
Antes del amanecer, Damasco fue sacudida por varias explosiones, aparentemente de artillería o depósitos de municiones. Según un soldado desertor, les ordenaron retirarse, entendiendo así que la lucha había terminado.
En las redes sociales, muchos periodistas y funcionarios del régimen cambiaron sus fotos de perfil por la bandera de la oposición. Waddad Abd Rabbo, director de un diario oficialista, confesó que seguían órdenes por temor.
El actor sirio Ayman Zidan escribió en Facebook: «Quizá fuimos prisioneros del miedo, pero ahora estamos ante una nueva era, con hombres que promueven la unidad y el perdón».
Mientras tanto, los rebeldes, vestidos con ropa de camuflaje, celebraban en las calles, rezaban o se fotografiaban entre el ruido de disparos al aire.