
El 29 de noviembre de 2018 se celebró por primera vez el Día Internacional del Jaguar, una iniciativa conjunta entre varios países para destacar la importancia de este felino.
La proclamación del Día Internacional del Jaguar contó con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre (WCS), la organización Panthera y representantes de gobiernos latinoamericanos.
El propósito de esta fecha es sensibilizar sobre las amenazas que enfrenta el jaguar, promover los esfuerzos para garantizar su conservación y destacar su papel como especie clave en los ecosistemas. Al ser el mayor depredador terrestre de América, su presencia es un indicador de la salud de los ecosistemas donde habita.
El Día Internacional del Jaguar forma parte del Plan Jaguar 2030, una estrategia regional para conservar tanto a este emblemático felino como a sus ecosistemas. Este plan busca asegurar la conectividad del Corredor Jaguar, que abarca desde México hasta Argentina, y proteger 30 paisajes prioritarios para la supervivencia de la especie.
El jaguar, el mayor felino de América y el tercero más grande del mundo, enfrenta un declive en su población debido a la caza ilegal, la pérdida de hábitats y su fragmentación. Actualmente, está extinto en países como El Salvador y Uruguay.
Hoy también se conmemora el Día Mundial del Oso Hormiguero, una jornada especial dedicada a un mamífero único que habita en diversas regiones de América. Esta fecha busca resaltar la importancia de proteger esta especie, que enfrenta un grave riesgo de extinción.
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el oso hormiguero gigante está clasificado como una especie vulnerable.
Los osos hormigueros, también conocidos como vermilinguos, tamandúas, yurumíes o osos palmeros, forman parte de un suborden de mamíferos placentarios de las familias Cyclopedidae y Myrmecophagidae, pertenecientes al orden Pilosa. A pesar de su nombre, no tienen relación cercana con los osos.
Este suborden incluye cuatro especies principales: el oso hormiguero gigante, el oso hormiguero enano o pigmeo, el tamandúa mexicano y el tamandúa del sur. Estos animales son nativos de América Central, América del Norte y el centro de Sudamérica.
Se caracterizan por una cabeza pequeña y un hocico largo y cónico. Su boca carece de dientes, pero su lengua, que puede alcanzar hasta un metro de longitud, es larga, estrecha y pegajosa, lo que les facilita capturar insectos. Poseen una cola gruesa y peluda, y su pelaje varía entre tonos castaños, grises y negros.
El hábitat del oso hormiguero incluye bosques secos, sabanas, selvas tropicales y áreas pantanosas. Su dieta se compone principalmente de hormigas y termitas, que encuentran en hormigueros, árboles y cuevas. El período de gestación dura 190 días y suelen tener una sola cría por vez.
El oso hormiguero gigante enfrenta la amenaza de extinción debido a la pérdida de su hábitat, la caza furtiva y el comercio ilegal de su piel y carne.
Curiosidades sobre el oso hormiguero
-Su lengua está recubierta de una sustancia viscosa que facilita la captura de insectos.
-Pueden consumir hasta 35.000 hormigas y termitas al día.
-Están emparentados con perezosos y armadillos.
-Los osos hormigueros gigantes pueden medir hasta dos metros de largo.
-Carecen de dientes.
-Tienen un olfato extremadamente desarrollado, 40 veces más agudo que el de los humanos.
-Su visión es deficiente.
-Pasan hasta 15 horas al día durmiendo.
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