
En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 5 de noviembre como el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, para subrayar la importancia de estar preparados y contar con sistemas de alerta que protejan vidas y minimicen los daños provocados por estos fenómenos.
En 2024, el lema de este día coincide con el del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Cumbre del Futuro, destacando la relevancia de los jóvenes y las generaciones futuras. El lema es: «Educar a la próxima generación para un futuro libre de desastres».
Este año también marca el 20º aniversario del tsunami en el Océano Índico, y todas las actividades buscan transmitir las lecciones aprendidas a niños y jóvenes.
Un tsunami es una serie de olas gigantes generadas por una perturbación bajo el agua, generalmente por un terremoto submarino, aunque también puede ser causado por derrumbes en la costa, erupciones volcánicas, deslizamientos submarinos o incluso el impacto de un meteorito en el mar.
Estas olas se asemejan a paredes de agua que, al llegar a la costa, producen efectos devastadores. El tiempo entre una ola y otra puede variar entre 5 minutos y una hora. Después de la primera ola, que a menudo no es la mayor, el mar se retira, exponiendo el fondo, y las olas posteriores pueden ser aún más letales.
Razones para celebrar el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis
En los últimos cien años se han registrado 58 tsunamis, que han cobrado la vida de más de 260,000 personas, convirtiéndolos en uno de los desastres naturales más mortales. El tsunami de 2004 en el Océano Índico fue el más devastador, causando 227 mil muertes en 14 países, con Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia como los más afectados.
Tres semanas después de este desastre, la comunidad internacional se reunió en Kobe (Japón) y adoptó el Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015, el primer acuerdo global significativo sobre reducción del riesgo de desastres. También se implementó el sistema de alerta y mitigación de tsunamis en el Océano Índico, que cuenta con estaciones de vigilancia sísmica y de nivel del mar.
Esta celebración está estrechamente vinculada con el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, que se observa el 13 de octubre.
El origen de esta fecha proviene de una historia japonesa llamada Inamura no hi, o «El fuego de las gavillas de arroz». En 1854, un aldeano japonés, Goryo Hamaguchi, notó una inusual bajada de la marea y decidió quemar su cosecha de arroz para advertir a los aldeanos de que subieran a terrenos altos.
Después del desastre, aunque la aldea perdió a seres queridos y recursos, Hamaguchi impulsó la construcción de un terraplén a lo largo de la playa, donde los aldeanos colaboraron y, en cuatro años, lo completaron. Posteriormente, plantaron pinos y árboles de cera en la costa.
Cuando otro tsunami golpeó en 1946, el terraplén protegió a la aldea, que sigue siendo resguardada por esta estructura en Hirowawa-cho hasta hoy.
PODRÍA INTERESARTE: https://www.destacado.mx/dia-internacional-del-payaso/