
El 26 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Anticoncepción, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre los métodos anticonceptivos disponibles para evitar embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y controlar la natalidad.
Según estimaciones, aproximadamente 214 millones de mujeres en edad fértil en todo el mundo desean posponer o evitar la procreación, pero no usan ningún método anticonceptivo o de planificación familiar.
Durante la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) en El Cairo en 1994, el Dr. Nafis Sadik, ex Director Ejecutivo del UNFPA, pronunció la frase: «Las familias sanas se crean por elección, no por casualidad». Esta afirmación sirve como fundamento para la celebración de este día, que busca garantizar que las mujeres y las familias puedan decidir cuántos hijos tener y el intervalo entre ellos.
La anticoncepción, también llamada contracepción o control de la natalidad, es el uso de métodos o dispositivos para evitar embarazos no deseados y contribuir a la planificación familiar.
En 1907, Estados Unidos implementó programas de esterilización gubernamentales. Indiana fue el primer estado en aprobar una Ley de Eugenesia, a la que se unieron otros estados, con la esterilización de prisioneros y pacientes en centros de salud mental. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis utilizaron la eugenesia para esterilizar a los judíos. Para 1970, la mayoría de estas leyes fueron derogadas, lo que marcó el inicio de la popularización de la píldora anticonceptiva, el feminismo y la revolución sexual. En décadas recientes, países como India, China y Perú han recibido apoyo internacional para implementar programas de esterilización, especialmente en comunidades de bajos recursos.
Según la ONU, el 19% de las mujeres con pareja han optado por la esterilización, seguido por el uso de dispositivos intrauterinos (14%) y la píldora anticonceptiva (9%). Entre los métodos más comunes se incluyen:
-Métodos hormonales: píldoras, implantes, inyecciones, anillos vaginales, parches transdérmicos.
-Métodos de barrera: preservativos masculinos y femeninos, diafragmas, capuchones cervicales y esponjas con espermicida.
-Dispositivos intrauterinos (DIU): de cobre o liberadores de hormonas, de acción prolongada y reversible.
-Esterilización quirúrgica: ligadura de trompas en mujeres y vasectomía en hombres, con posibles complicaciones.
También hoy se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.
El objetivo de esta fecha es educar a los jóvenes sobre la importancia de los métodos anticonceptivos y su uso adecuado, no solo para prevenir embarazos no deseados, sino también para evitar enfermedades de transmisión sexual y promover el conocimiento de su propio cuerpo.
Aunque desde 1990 ha habido una reducción en los embarazos adolescentes, el 11% de los nacimientos aún proviene de niñas de entre 15 y 19 años. Este fenómeno es especialmente frecuente en comunidades de bajos recursos, donde a menudo resultan en complicaciones durante el parto, llegando incluso a la muerte de la madre o del bebé.
Además, cada año, alrededor de 3 millones de jóvenes optan por abortos, lo que conlleva riesgos significativos para su salud, incluyendo la posibilidad de infertilidad o muerte.
Con el fin de reducir esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido a los países miembros de la ONU los siguientes objetivos:
-Reducir el número de matrimonios en los que la mujer es menor de 18 años.
-Fomentar la conciencia y apoyo entre los jóvenes para prevenir embarazos en menores de 20 años.
-Promover el uso de anticonceptivos.
-Mejorar el acceso a servicios ginecológicos, prenatales, natales y posnatales para adolescentes.