
El 26 de agosto se conmemora en todo el mundo el Día Internacional contra el Dengue, una enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos infectados y que no se propaga de persona a persona.
El dengue es una infección viral aguda que puede afectar a personas de cualquier edad. Existen cuatro variantes del virus, siendo el dengue hemorrágico el más grave. Es posible que una persona contraiga la enfermedad hasta cuatro veces, cada vez por una variante distinta del virus.
Los síntomas del dengue son similares a los de la gripe, incluyendo fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, náuseas y vómitos. En algunos casos, puede evolucionar a una forma potencialmente mortal conocida como dengue hemorrágico o grave.
El dengue está muy extendido en las regiones tropicales del mundo y, en los últimos años, ha crecido en áreas urbanas, convirtiéndose en un serio problema de salud pública junto con otras enfermedades como el Zika y el Chikungunya.
Actualmente, más de la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer el dengue.
Cada año se registran más de 390 millones de casos en todo el mundo, de los cuales 500 mil corresponden a la forma más grave, el dengue hemorrágico, que causa aproximadamente 25 mil muertes.
La única manera eficaz de prevenir el dengue es controlando las poblaciones de mosquitos que lo transmiten. Aquí algunos consejos:
-Eliminar correctamente los desechos sólidos y líquidos.
-Evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevos.
-Tratar adecuadamente los recipientes de almacenamiento de agua.
-Cubrir, vaciar y limpiar periódicamente los recipientes de agua doméstica.
-Limpiar canaletas, bebederos de animales y otros lugares donde se almacena agua.
-Mantener el césped corto.
-Cambiar regularmente el agua de floreros.
-Usar repelentes para evitar picaduras de mosquitos.
-Vacunarse contra el dengue.
Existe una vacuna eficaz que protege contra las cuatro variantes del dengue. México fue el primer país en aprobarla en 2015, seguido por varias naciones de Asia y América Latina.
El aumento del comercio y los viajes internacionales han contribuido a la dispersión global del dengue. Los mosquitos infectados pueden ser transportados en mercancías y equipajes, lo que ha provocado la aparición de brotes en ciudades que antes no eran consideradas de riesgo.
El cambio climático también ha influido en la expansión del dengue en entornos urbanos, ya que las temperaturas más cálidas y las precipitaciones irregulares han creado condiciones más favorables para la reproducción y supervivencia de los mosquitos, permitiendo que el dengue se establezca en nuevas áreas.
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