
Las autoridades de la región del Golfo de Florida ordenaron este domingo una evacuación parcial debido a la amenaza de la tormenta tropical Debby, que podría convertirse en huracán y causar lluvias «potencialmente históricas» en el sureste de Estados Unidos.
Se prevé que Debby, que se está intensificando rápidamente en un Golfo de México inusualmente cálido, impacte con fuerza de huracán en la región de Big Bend, Florida, en la noche del domingo.
Posteriormente, se debilitaría gradualmente, aunque se espera que continúe produciendo lluvias significativas en Florida, el sureste de Georgia y Carolina del Sur durante los próximos cinco días, según advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC) el domingo.
Mike Brennan, portavoz del NHC, informó el domingo que toda la costa oeste de Florida está bajo advertencia de tormenta tropical y exhortó a los residentes, especialmente en la costa noroeste y la península de Florida, a «buscar un lugar seguro donde refugiarse antes del anochecer».
Lala tormenta se encontraba a unos 255 kilómetros al suroeste de Tampa, con vientos sostenidos de 96 km/h y avanzaba hacia el noroeste a 21 km/h, según el aviso de advertencia.
El sábado por la noche se ordenaron evacuaciones obligatorias en una parte del condado de Citrus, Florida, mientras que en otros ocho condados la evacuación era voluntaria, según medios locales.
Paul Hasenmeier, jefe de bomberos y director de seguridad pública del condado de Hernando, enfatizó la seriedad de la situación y alertó sobre «múltiples días de lluvias muy intensas», posiblemente a niveles récord, con riesgo de inundaciones repentinas graves «en áreas que normalmente no se inundan».
Los meteorólogos también advirtieron sobre la posibilidad de marejadas ciclónicas de hasta tres metros de altura, que podrían ser «peligrosas para la vida», y señalaron que Debby podría generar tornados el domingo por la noche o el lunes temprano en Florida y Georgia.
El presidente Joe Biden aprobó el domingo una declaración de emergencia para Florida, lo que facilitará la ayuda federal. Además, el gobernador del estado, Ron DeSantis, activó a la Guardia Nacional local para asistir en la respuesta a la tormenta.