
Hasta el 17 de julio de 2024, los casos de dengue han aumentado un 324%, alcanzando 23,856 casos en comparación con los 5,623 registrados en el mismo periodo de 2023. Las muertes también aumentaron, pasando de 13 a 49.
Según el último informe semanal de la Secretaría de Salud sobre la situación epidemiológica del dengue, la enfermedad sigue en aumento.
En México, Guerrero concentra el 51% de los casos confirmados con 4,084; seguido de Tabasco con 2,802; Veracruz con 1,936; Michoacán con 1,786; y Chiapas con 1,669.
Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Morelos y Nayarit son las entidades con mayor número de casos estimados, acumulando el 59% del total.
En cuanto a las defunciones, Tabasco reporta 10; Guerrero, 9; Morelos, 8; Quintana Roo, 7; Veracruz, 6; Michoacán, 4; Estado de México, 2; y Colima, Oaxaca y Puebla, con 1 cada uno.
De los casos reportados, 12,647 corresponden a dengue no grave y 11,209 a dengue con signos de alarma y dengue grave.
En 2023, 491 personas murieron debido a la picadura del mosquito Aedes aegypti, el principal transmisor de enfermedades arbovirales en humanos.
El informe indica que actualmente predomina el serotipo 3 del dengue, el cual no circulaba desde hace más de dos décadas.
Las autoridades de salud han reconocido que, debido al cambio climático, el dengue se ha convertido en una contingencia sanitaria permanente y no solo en una enfermedad estacional.
El mosquito transmisor se ha vuelto resistente a algunos insecticidas y ha adaptado su supervivencia a altitudes de hasta 1,800 metros sobre el nivel del mar, donde antes no podía sobrevivir.
Los recipientes de agua proporcionan condiciones ideales para la vida y proliferación del mosquito.
El dengue se manifiesta con síntomas similares a una gripe, como malestar general, dolor generalizado, dolor de cabeza y fiebre.
Los casos graves de dengue hemorrágico pueden causar alteración de órganos vitales y la muerte.