Durante un mitin de campaña en Pensilvania, Donald Trump se arrojó al suelo tras escucharse lo que parecían disparos. El expresidente fue visto con sangre en la oreja derecha mientras agentes del Servicio Secreto lo escoltaban fuera del escenario. Trump levantó el puño hacia sus seguidores mientras se retiraba.
Las cámaras del evento captaron el momento en que el discurso de Trump fue interrumpido por el sonido de los aparentes disparos. Los asistentes se cubrieron rápidamente, y Trump no tardó en tirarse al suelo, siendo resguardado por su equipo de seguridad. Rodeado por oficiales, el candidato levantó el puño y gritó «¡Peleen, peleen!»
El Servicio Secreto informó que Trump estaba a salvo tras el incidente y que se trataba de una investigación activa.
Periodistas en el lugar confirmaron que la caravana de Trump salió de la zona, posiblemente dirigiéndose a un hospital. Media hora después del incidente, el equipo de campaña de Trump informó que el candidato se encontraba «bien» y fue atendido en un centro médico.
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