
Cada 4 de julio, Estados Unidos celebra una de sus fechas patrias más importantes y significativas: el Día de la Independencia, conocido como Independence Day o The Fourth of July. Este día es un símbolo del patriotismo estadounidense y es motivo de orgullo para los norteamericanos, quienes conmemoran la independencia del país portando la bandera y cantando el himno nacional.
La Guerra de la Independencia, que tuvo lugar entre 1775 y 1783, enfrentó a las trece colonias británicas en América del Norte contra el Reino de Gran Bretaña. La guerra concluyó con la batalla de Yorktown y la firma del Tratado de París, que selló la derrota británica.
El 2 de julio de 1776, el congreso continental, compuesto por representantes de las colonias estadounidenses, votó a favor de la independencia de Estados Unidos. Dos días después, el 4 de julio, delegados de las Trece Colonias firmaron la histórica «Declaración de la Independencia», redactada por Thomas Jefferson con la colaboración de John Adams, Benjamin Franklin, Robert R. Livingston y Roger Sherman. Este documento proclamó la separación formal de Estados Unidos del Imperio Británico. En 1941, el 4 de julio fue declarado Fiesta Federal.
Este día se celebra con gran fervor en todo el país. Las banderas estadounidenses ondean en hogares, edificios e instituciones públicas y privadas, y los colores nacionales (blanco, rojo y azul) se destacan en decoraciones, accesorios e indumentaria.
Las celebraciones incluyen desfiles en todas las ciudades, con cabalgatas y desfiles aéreos de aviones militares sobre la capital, participando en el «Saludo a Estados Unidos» liderado por el presidente. También se realizan festivales de música, exposiciones de arte, muestras gastronómicas y conciertos, siendo «A Capital Fourth» en Washington D.C. uno de los más emblemáticos.