uevos choques armados se registraron este miércoles a lo largo de la inestable frontera entre Pakistán y Afganistán, dejando un saldo de más de una docena de civiles y militares muertos, lo que rompió una frágil tregua tras los violentos enfrentamientos del fin de semana que cobraron decenas de vidas.
Estos incidentes se consideran los más graves entre ambos países desde que los talibanes asumieron el poder en Kabul en 2021, pese a los recurrentes choques que ocurren a lo largo de los 2 mil 600 kilómetros de frontera disputada.
De acuerdo con las autoridades talibanas, más de una docena de civiles fallecieron y unos 100 resultaron heridos luego de ataques de las fuerzas paquistaníes en la madrugada del miércoles en el distrito de Spin Boldak. Por su parte, Pakistán reportó que cuatro de sus ciudadanos sufrieron heridas a causa de ofensivas de las “fuerzas talibanas” en Chaman, localidad fronteriza con Spin Boldak.
En un segundo episodio violento, ocurrido en el distrito paquistaní de Orakzai, los combates entre tropas y militantes dejaron seis soldados paramilitares muertos y otros seis heridos, además de nueve insurgentes abatidos, según informaron funcionarios de seguridad a la agencia Reuters.
La violencia habría estallado durante una operación militar en respuesta a un ataque previo que había costado la vida a 11 militares paquistaníes. El ejército de Pakistán no emitió comentarios sobre el incidente, aunque rechazó como “acusaciones falsas y escandalosas” las declaraciones de Kabul que lo responsabilizan por los ataques en Spin Boldak.
Ante la escalada del conflicto, Pakistán y el gobierno talibán afgano acordaron un alto el fuego de 48 horas a partir de las 18:00 horas del miércoles (hora local de Pakistán). Según el Ministerio de Asuntos Exteriores paquistaní, ambas naciones se comprometieron a mantener el diálogo para buscar una salida pacífica a un conflicto que calificaron de “complejo pero solucionable”.