La Comisión de Debates del Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó la idea de que se hayan introducido cambios de último momento al formato del primer debate presidencial. Se afirmó que dicho formato había sido aprobado previamente por los representantes de las candidaturas y que se utilizó en los ensayos.
En una conferencia de prensa, las consejeras que conforman la Comisión de Debates explicaron que no se pueden modificar los formatos establecidos para los próximos debates, aunque se podrían hacer ajustes menores que no alteren la estructura general.
Asimismo, se negó que las preguntas formuladas durante el debate fueran seleccionadas arbitrariamente, sino que se utilizaron procedimientos metodológicos implementados por Signa Lab.
Carla Humphrey, presidenta de la comisión, señaló que no estaba previsto que hubiera un segmento de debate libre de cinco minutos, como algunas candidaturas sugirieron. Se explicó que los moderadores tuvieron que fomentar el diálogo en ese segmento cuando fue necesario.
Se enfatizó que la prioridad del INE es garantizar que la organización de los debates transcurra sin contratiempos de acuerdo con lo planificado.
Para evitar problemas como los ocurridos en el primer debate, se propuso tener una pantalla y cronómetro individuales para cada aspirante en los siguientes encuentros.
Martín Faz, consejero del INE, afirmó que el formato del debate fue consensuado con los representantes de las candidaturas y que se realizaron siete ensayos en total.
Dania Ravel, otra consejera, sugirió que los representantes de las candidaturas asistan a al menos un ensayo con los moderadores para familiarizarse con el formato.
Se dejó claro que cualquier modificación al formato de los debates futuros requeriría el consenso de los partidos, pero no se permitirían alteraciones que cambien completamente la estructura establecida.
En respuesta a las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, se afirmó que las preguntas seleccionadas para el debate fueron elegidas siguiendo una metodología específica.
Claudia Zavala aseguró que se garantizó que las preguntas fueran formuladas por personas reales, descartando la posibilidad de preguntas automatizadas.
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