Más de cien años después del hundimiento del Titanic, uno de los objetos más representativos del mítico transatlántico —el reloj de bolsillo de oro del empresario Isidor Straus— alcanzó un precio sin precedentes en una subasta: 1.78 millones de libras esterlinas (unos 2 millones de euros). Con esta cifra, se convirtió en el artículo más valioso jamás vendido relacionado con la tragedia marítima más célebre del mundo.
El reloj, fabricado en oro de 18 quilates, fue recuperado del cuerpo de Straus tras el naufragio del 14 de abril de 1912 y devuelto posteriormente a su hijo Jesse. Durante más de un siglo pasó de generación en generación dentro de la familia, hasta que llegó a la casa de subastas Henry Aldridge & Son, en Devizes, Inglaterra, reconocida como líder mundial en artículos del Titanic.
La joya, que conserva grabadas las iniciales de Straus y la fecha 6 de febrero de 1888 —día en que cumplió 43 años y año crucial en el que él y su hermano Nathan se convirtieron en socios plenos de Macy’s— fue descrita por la casa subastadora como “uno de los objetos más relevantes e icónicos del Titanic jamás ofrecidos”. Su valor superó incluso el récord previo, establecido en 2024 con la venta de otro reloj de oro por 1.7 millones de euros.
Isidor e Ida Straus son recordados como una de las parejas más emblemáticas del Titanic, cuya historia también fue recreada en la película “Titanic” (1997), dirigida por James Cameron.
Aunque ambos tenían un lugar asegurado en un bote salvavidas, Isidor rechazó subir mientras hubiera hombres más jóvenes esperando. Ida, por su parte, decidió no abandonar a su esposo. Testigos afirmaron haberlos visto por última vez tomados de la mano en la cubierta, instantes antes de que una ola los separara para siempre. El cuerpo de Ida nunca fue encontrado.
Andrew Aldridge, propietario de la casa de subastas, destacó que “los Straus simbolizan la historia de amor definitiva del Titanic, y este precio récord mundial refleja el profundo respeto e interés que perdura sobre su legado”.
Entre los objetos asociados a la pareja, también sobresale una carta escrita por Ida Straus en la que describe el esplendor del Titanic:
“¡Qué barco! Tan enorme y magníficamente equipado. Nuestras habitaciones están amuebladas con el mejor gusto y el mayor lujo”.
En ese mismo texto, Ida hace referencia al incidente del SS New York, momento en el que el Titanic estuvo cerca de colisionar al partir de Southampton. La carta, con matasellos “TransAtlantic 7”, fue retirada del barco en Queenstown, Irlanda, y terminó enmarcada en una oficina de Macy’s.
A más de 112 años del naufragio, el reloj de Isidor Straus no solo establece un nuevo récord de venta, sino que también revive una historia humana que continúa fascinando al mundo. Desde el Reino Unido hasta Nueva York, la pareja Straus permanece como un símbolo perdurable de amor, lealtad y tragedia en una de las noches más oscuras de la navegación.
