El 26 de enero conmemoramos el Día Mundial de la Educación Ambiental, una iniciativa que busca sensibilizar a la población sobre la vital importancia de preservar nuestro entorno.
La educación ambiental se erige como el pilar fundamental para comprender la necesidad de respetar y conservar los recursos naturales, crucial para construir sociedades sostenibles.
La imperiosa tarea de revertir los daños ambientales, como el cambio climático, deforestación y extinción de especies, recae en la concienciación promovida por la Educación Ambiental.
Este día tiene su origen en la Declaración de Estocolmo de 1972 y la posterior Carta de Belgrado en 1975, que establecieron los principios fundamentales de esta disciplina.
Es crucial comprender que el medio ambiente no es infinito, y su vulnerabilidad nos exige adoptar un papel activo en su preservación.